viernes, 28 de noviembre de 2008






El objetivo de intervenir esta zona, donde convergen dos comunas de la ciudad de Santiago, Providencia y Las Condes, a través de un elemento importante (hospital), es ubicarnos. Preguntarnos por dónde estamos caminando o manejando. Podemos, por medio del color amarillo y las líneas arquitectónicas del Hospital Militar (líneas horizontales), seguir el flujo peatonal y vehicular de forma paralela. Es a la vez una franja que interactúa con la señal ética del lugar (y de la ciudad), mezclándose el color amarillo de la intervención con el de los avisos de alerta, prohibición y límites que nos advierte la ciudad.

La cantidad que circula por la cuadra en la que está ubicado el Hospital Militar es alta. La línea también propone ser parte del circuito diario que mantienen peatones y vehículos, pero a la vez, al ser llamativa nos alerta del lugar por el que estamos transitando, y sin dejar de lado la idea principal de la intervención, hacer la diferencia entre lo viejo y lo nuevo a través de un elemento sustituto (que en este caso es la pintura amarilla), la intervención nos invita a reflexionar sobre lo que está pasando con la fachada del hospital, que alguna vez fue blanca.

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